El diseño de coches es todo un arte. Algunos entusiastas, incluso, podrían llegar a colocar a Ferdinand Porsche, Sergio Pininfarina, Giorgetto Giugiaro, Malcolm Sayer o Nuccio Bertone al lado de los mejores pintores o escultores de la historia. Sin embargo, hasta estos ‘magos’ del diseño de automoción seguro que tuvieron que adaptarse (como otros diseñadores lo tienen que hacer hoy) a exigencias de seguridad, fabricación, aerodinámica…

Hispano Suiza diseñó y fabricó más de 12.000 coches de lujo y 50.000 motores de avión entre 1904 y 1946. Sus vehículos estuvieron considerados entre los mejores y más avanzados del mundo. Ahora, más de 100 años después de su nacimiento, regresa con un vehículo “deliberadamente provocativo”, según dice la propia marca, y con el que se homenajea a Carmen, nieta del fundador y madre de su actual presidente, fallecida en 2018.

Hasta hace no mucho tiempo, cuando pensábamos en carrocería pensábamos en ‘chapa y pintura’. O lo que es lo mismo, un metal con un recubrimiento de pintura. Y eso era todo. ¡Cuánto han evolucionado las carrocerías! Ahora cuentan con no pocas piezas de plástico y la ‘chapa’ a veces es fruto de la unión de diferentes metales o compuestos, como la fibra de carbono.

Para muchos, James Bond ya no es lo que era. El personaje de ficción, nacido para la literatura de la mano de Ian Fleming en la década de los 50 del siglo pasado y que ha tenido (y tiene) una prolífica vida en el cine, ha ido cambiando para adaptarse a los nuevos tiempos. Hace más de 10 años que no vemos a James Bond con un cigarrillo y su consumo de alcohol también se ha reducido. Además, el último James Bond es rubio y tiene los ojos azules, a diferencia de sus predecesores… Y de la descripción que Fleming hizo de Bond en sus novelas. Así que podemos considerar que era cuestión de tiempo que el siglo XXI alcanzase a su coche.

¿Imaginas un atasco de 10 días? Te parece una exageración, ¿cierto? ¿Y si te decimos que, de media, los automovilistas de Bogotá pierden 11 días de su vida…al año? La cifra es real. Unas 172 horas se estima que pierden los conductores de la gran urbe colombiana al año. Y es que las cosas, en pequeñas dosis, no parecen para tanto. Ese atasco de 10 o 15 minutos día tras día… Sí, puede acabar por convertirse en ¡más de 10 días perdidos simplemente sentado al volante, sin hacer nada!