Nuestro país puede presumir de épocas de largas jornadas de sol. Algo muy apreciado por la mayoría, pero que también tiene algunos cuantos puntos negativos. Por ejemplo, la exposición a los rayos solares es uno de los factores externos que más daño produce en la pintura del automóvil. Lo que ocurre es que la exposición a los peligrosos daños UV del sol es capaz de degradar la composición química de la pintura, de modo que la pintura de un coche que pasa mucho tiempo expuesto al sol pierde brillo, intensidad y parece envejecida.

Para que la pintura del coche ofrezca la mejor versión de sí misma es necesario ser muy activos en el cuidado de la chapa y pintura. El paso del tiempo no es realmente lo que hace que la pintura vaya perdiendo su brillo y color original. Hay otros factores asociados, factores que todo automovilista debería conocer… y evitar.

¿Prefieres el lavado con manguera de agua a presión para tu coche? Con las debidas precauciones, es una fantástica opción para la vara el coche ya que nos permite realizar un lavado bastante completo, rápido y económico.

Con la llegada del año nuevo, es habitual que hagamos balance y propósitos. ¿Por qué no incluir a la carrocería del coche en el punto de mira? Ya no se trata sólo de conducir un coche guapo y sano también en la chapa y pintura del coche, sino de que realmente los daños e imperfecciones de la carrocería pueden afectar a la seguridad vial del coche.

¿Qué significa realmente lavar el coche con frecuencia? ¿Hace referencia al lavado semanal siempre? ¿Es una “regla” válida para todos los coches y todos los automovilistas? Lo cierto es que no hay una respuesta única. Habitualmente ponemos el ejemplo del lavado semanal del coche como un básico del mantenimiento de la pintura. Y, en realidad, esta frecuencia de lavado puede ser adecuada para muchos casos, pero no deja de ser una generalización. Cuando nos preguntamos “¿Cada cuánto tiempo debería lavar el coche?”, quizás deberíamos preguntarnos “¿Cada cuánto tiempo necesita el coche ser lavado?”.